Si uno encuentra un hombre sabio, quien como un descubridor de tesoros te señala tus defectos y te llama la atención sobre los mismos, debe asociarse con tal persona. Uno irá bien y no mal en la compañía de esta persona.
No es suficiente evitar simplemente sentirse desanimado cuando llega una prueba. Cuando llega una desgracia, el Samurai debe alegrarse y coger la suerte que le es ofrecida por poder emplear así su energía y su valentía. Tal actitud difiere radicalmente de la simple resignación. Cuando la marea sube, el barco flota...
Cuando se ha oído hablar de las hazañas de un Maestro, pensar que cualquier cosa que uno haga no podrá jamás igualarlo, es señal de un alma mezquina. Se debe pensar, al contrario, que "si el Maestro es un hombre como yo, ¿por qué yo he de ser inferior?" En cuanto un Samurai se decide contestar a este desafío contra sí mismo, ya está en camino de la mejoría. Ittei Ishida ha dicho: "Un hombre reconocido como sabio por los otros, sólo adquiere esta reputación porque ha comenzado a profundizar sus conocimientos desde su más tierna edad. Nunca es el resultado de un aprendizaje tardío, incluso si éste es difícil." En otras palabras, en cuanto un ser toma la resolución de llegar a la perfección, puede esperar un día experimentar la iluminación. Un Samurai debe prestar atención a sus hechos y gestos para evitar cometer errores de conducta, no importa lo pequeños que aquellos sean. Ocurre que, por descuido, un Samurai no controla su mente y llega a pensar reflexiones de este tipo: "Decididamente, soy un cobarde" o "Si esto ocurre, corramos para preservar nuestras vidas" o "Cuán terrorífico es esto", "¡Ay!", Etcétera. Tales exclamaciones no deben ser jamás proferidas por un Samurai aunque sea para mofarse o reírse, ni por descuido, ni siquiera soñando, ni en ninguna otra situación. Un ser perspicaz adivinaría rápidamente la naturaleza verdadera de la persona que hubiera pronunciado tales palabras. Uno debe estar siempre en guardia. Se ha dicho que un hombre que acaba de ser decapitado todavía puede hacer algunos gestos. Esta historia ha sido transmitida por Nitta Yoshisada y Ono Moken.
¿Cómo un hombre puede ser inferior a otro hombre? Mitani Joyku decía: "Incluso cuando un hombre enferma mortalmente, puede sobrevivir dos o tres días más."
Las malas relaciones existentes entre los actuales gobernantes y los procedentes, entre el padre y el hijo, entre el hermano mayor y el pequeño están motivadas por razones egoístas. La prueba es que no hay tales relaciones entre maestro y servidor.